Con más de 1,8 mil millones de usuarios activos, Gmail es el proveedor de servicios de Internet (FAI) más utilizado del mundo.
No hay manera de evitar los problemas de entregabilidad cuando se está a cargo de campañas de email. Cualquiera que sea el tamaño y la composición de tus bases de datos, inevitablemente te enfrentas al rompecabezas de la entregabilidad de Gmail.
Con reglas a veces complejas y vinculantes, no es de extrañar escuchar informaciones contrarias en el mismo día.
Verdad o Fake news: estos son los 4 prejuicios sobre entregabilidad de Gmail
Primer prejuicio:
“Mi tasa de entregabilidad acaba de bajar. ¡Gmail cambia algo todos los días!”
Sí, Gmail utiliza algoritmos complejos que evolucionan diariamente según el remitente.
Una de sus ventajas es su aprendizaje automático que permite adaptarse a las prácticas de los spammers.
Es por eso que es importante que se respete una coherencia real de las diferentes tipologías de envío, independientemente del router.
Y eso no es todo.
Para hacer su análisis, el sistema de filtrado de Gmail no se basa únicamente en el servicio de email que ofrece.
Gmail es propiedad de Google.
Google es capaz de cruzar los datos de su motor de búsqueda y su servicio de email. Tu reputación en la web tiene consecuencias en tu capacidad de entrega.
Un problema de entregabilidad en Gmail no necesariamente va a tener su origen en tu estrategia de emailing. Puede estar relacionada con un problema de reputación en la web: malas prácticas SEO, estrategia de netlinking desaprobada por Google…
¡Analiza tus resultados antes de pensar en hacer un cambio radical en Gmail!
Segundo prejuicio:
“Mis emails no tienen éxito. No hay problema, solo hay que cambiar de tema”.
Una solución tan simple para un filtrado tan complejo como Google tiene muy pocas posibilidades de éxito. En realidad, ninguna.
Gmail tiene un sofisticado sistema de filtrado. No se limita a verificar tu presencia en listas negras de ips y dominios.
Si llevamos un poco más lejos el razonamiento, se pueden utilizar varios dominios para una misma campaña.
1- El dominio remitente
2- El dominio que permite el seguimiento o reporte de enlaces
3- El dominio que redirige los enlaces insertados en la campaña
4- Los dominios de alojamiento de imágenes
Claramente esta estrategia va a afectar a tu reputación remitente.
Es poco probable que dé resultados. Ahora, Google, y por lo tanto Gmail, aprende rápidamente y la caída será aún más dura.
Tercer prejuicio:
“No tengo quejas sobre Gmail, todo .va. bien.
Verdad o Fake news : todo depende.
A través de su herramienta Google Posmaster Tool (GPT), Gmail aumenta, entre otras cosas, el número de quejas por ips. No hay Feed Back Loop (FBL), o bucle de retroalimentación, que ayude a recuperar las direcciones de email que han puesto la queja.
El objetivo es ordenar las direcciones de email afectadas para no volver a solicitarlas en futuros envíos. Estos datos agregados muestran tendencias en las tasas de quejas.
Sin Feed Back Loop, esta información puede ser útil, pero no es representativa de tu reputación de remitente. La ausencia de quejas no implica que todos tus mensajes lleguen al spam.
Analizar las tasas de apertura, de clics y de reactividad sigue siendo indispensable. Los datos comunicados a través del GPT no son más que uno de los elementos que puedes seguir.
Cuarto prejuicio:
“No quiero que mis campañas lleguen a la pestaña ‘Promociones’, allí nadie las verá”.
Esta pestaña está dedicada a una tipología de email en particular. Cuando el usuario va allí, es porque espera este tipo de email y está dispuesto a estar atento.
De hecho, la mayoría de los proveedores de servicios de email (ESPs) ahora ofrecen una pestaña «Promociones».
Esto no provoca una disminución del rendimiento, sino una mejor comodidad de lectura para los usuarios.
Así que asegúrate de
- separar los emails transaccionales de tus newsletters
- utilizar un entorno dedicado y un subdominio específico
- adaptar tu comunicación, que debe llegar a la bandeja de entrada principal.
En resumen, la poción mágica para llegar a la bandeja de entrada de Gmail contiene 7 ingredientes:
- Utilizar una base de datos cuyo consentimiento se haya recogido de forma clara
- Asegurar que se cumplan los principios de autenticación (SPF/DKIM/DMARC). Nota: En la mayoría de los casos, es tu router quien los maneja, no dudes en solicitarlo
- Dirigir contenido relevante a tus destinatarios; es decir, contenido con el que van a interactuar
- Asegurarse de que los volúmenes y las frecuencias de envío sean constantes
- Utilizar estadísticas y Google Postmaster Tools
- Centrarse en los activos
- Gestionar la presión de marketing.
Escuche: 3min para entender display name para su campaña de email