¿Tu tasa de entregabilidad está cayendo sin una razón aparente? ¿Tus campañas de email marketing terminan en la carpeta de spam a pesar de seguir las buenas prácticas?
Puede que sea momento de mirar un aspecto a menudo ignorado pero crucial: tu reputación de remitente.
La entregabilidad del email no depende solo del contenido o de la frecuencia de envío. Se basa en gran parte en la confianza que te otorgan los servidores de recepción. Y esa confianza, se construye. Aquí te mostramos cómo mejorar tu reputación de remitente para que tus correos lleguen al lugar correcto: la bandeja de entrada.

- ¿Qué es la reputación de remitente?
- Por qué la reputación impacta la entregabilidad
- Cómo mejorar tu reputación de remitente
- Buenas prácticas para tus emails
- Resumen de acciones clave
- En resumen: mejora tu reputación de remitente para una mejor entregabilidad
¿Qué es la reputación de remitente?
La reputación de remitente es un puntaje asignado a la IP y al dominio que usas para enviar tus emails. Este puntaje de remitente lo calculan los ISP y servicios de correo según varios criterios: tasa de quejas, volumen de envíos, engagement de los destinatarios, frecuencia de rebote y si apareces o no en una lista negra. Una buena reputación aumenta la probabilidad de que tus emails lleguen a la bandeja de entrada. Una mala los envía directo al spam o incluso los bloquea por completo.
Por qué la reputación impacta la entregabilidad
La entregabilidad depende directamente de la confianza que los servidores tienen en tu dominio e IP. Si no has hecho correctamente un calentamiento de IP o tu reputación de dominio está dañada, tus esfuerzos en email marketing podrían ser inútiles.
En resumen: cuanto más sólida tu reputación, mayor tu tasa de entregabilidad. Es un círculo virtuoso… o vicioso, según cómo gestiones tus campañas.
7 claves para mejorar tu reputación de remitente
Aquí tienes acciones concretas para retomar el control sobre tu reputación de remitente:
- Realiza un calentamiento progresivo de tus envíos
- Configura una autenticación completa del email: SPF, DKIM, DMARC
- Limpia regularmente tus listas para evitar rebotes y direcciones inactivas
- Evita comprar listas y los envíos masivos no solicitados
- Supervisa tus tasas de entregabilidad, aperturas, clics y quejas
- Analiza si has sido listado en una blacklist
- Fomenta el engagement del destinatario enviando contenido relevante
Buenas prácticas para tus emails
Para evitar sorpresas desagradables, adopta estos reflejos estratégicos:
- Personaliza tus mensajes para fomentar la interacción
- Testea tus emails antes de cada envío para detectar riesgos de spam
- Segmenta tus envíos para no saturar a tus contactos
- Adopta una frecuencia de envío coherente con tu audiencia
- Trabaja el asunto y el pre-header para maximizar las aperturas
Resumen de acciones clave
Acción | Objetivo | Impacto en la reputación |
---|---|---|
Calentamiento de IP | Aumentar el volumen progresivamente | Evita bloqueos iniciales |
Autenticación (SPF, DKIM, DMARC) | Validar la identidad del remitente | Refuerza la confianza de los servidores |
Limpieza de base | Eliminar direcciones inactivas | Reduce rebotes y quejas |
Segmentación | Adaptar el mensaje a cada público | Aumenta el engagement |
Monitoreo de KPIs | Seguir y ajustar tus campañas | Permite una optimización continua del envío |
¿No tienes tiempo para leer? Aquí va un resumen
En resumen: cómo mejorar tu reputación como remitente para aumentar la entregabilidad de tus correos
- La reputación del remitente es un puntaje crucial que influye directamente en la entregabilidad del email.
- Una mala reputación provoca bloqueos o que tus correos terminen en la carpeta de spam.
- Un buen puntaje se basa en la autenticación del email, el compromiso del destinatario y la calidad de tus listas.
- El calentamiento de IP es esencial para introducir una nueva dirección sin activar alertas.
- Evita las listas negras respetando las buenas prácticas y supervisando tus indicadores clave.
- Segmenta tus envíos, personaliza tus mensajes y analiza regularmente el rendimiento para optimizar tus campañas.
¿Cómo mejorar tu reputación como remitente para que tus correos lleguen realmente a la bandeja de entrada?
Cuidando tu reputación como remitente: autentifica tus correos (SPF, DKIM, DMARC), evita las malas prácticas (compra de listas, contenido sospechoso), supervisa tus tasas de interacción y calienta tus IP de forma progresiva. Esa es la clave para salir de la carpeta de spam.
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